Donación de órganos: el sistema que hace de España un referente mundial
María Luisa Fernández, coordinadora de trasplantes, lo tiene claro: su día a día gira en torno a la muerte, pero también a la esperanza. Y es que, como ella misma afirma, “para que podamos trasplantar, debemos tener un paciente”. En el marco del Día Nacional del Trasplante de Órganos y Tejidos, conversamos con ella sobre el modelo español de donación de órganos, un sistema que ha situado a nuestro país como líder mundial durante décadas.
Un modelo basado en el altruismo y la equidad
España es el país con la mayor tasa de donación de órganos del mundo, superando incluso a potencias como Estados Unidos. “Nuestro sistema es distinto por su transparencia. Es puro altruismo, no se obtiene nada a cambio, no hay compensaciones”, explica la doctora Fernández. “En España, cualquier persona, independientemente de su clase social o situación económica, tiene acceso a un trasplante con las máximas garantías de calidad y seguridad”.
Este modelo ha despertado el interés internacional. “Otros países nos piden que les enseñemos nuestro sistema”, comenta, aunque reconoce que replicarlo no es fácil: “En otros lugares hay una mayor desigualdad, una sanidad más privatizada y un menor sentimiento altruista. Mientras esto no cambie, será difícil de aplicar.”
Donación en asistolia: la revolución silenciosa
Uno de los mayores avances recientes ha sido la donación en asistolia, que permite donar órganos tras una parada cardíaca controlada. Según la coordinadora, esta modalidad ha supuesto un antes y un después: “Nos ha permitido ampliar enormemente el número de donantes. Incluso personas que antes eran descartadas, como pacientes con tumores cerebrales o enfermedades como la hepatitis C, ahora sí pueden ser donantes”.
Desde 2020, España ha conseguido recuperar corazones tras una parada cardíaca y trasplantarlos con éxito, algo impensable hace apenas unos años. “Hemos tenido que formarnos rápido y bien, y la preparación ha sido tan eficaz que, por primera vez en la historia, hay más donantes en asistolia que por muerte encefálica”, celebra la doctora Fernández.
Formación y sensibilidad: claves del éxito
El éxito de la donación de órganos también depende del conocimiento y la actitud del personal sanitario. “Veo mucho desconocimiento, y eso inquieta a la gente”, señala. Por ello, insiste en la necesidad de formación específica para los profesionales, no solo en técnicas, sino en comunicación y acompañamiento a las familias. La clave está en saber explicar. “Hay que entender por qué un paciente puede donar y otro no. Y sobre todo, comunicarlo con calma y claridad a sus seres queridos”, concluye. Por eso, existe formación de calidad que puede ayudar a dar ese salto profesional en la atención a los pacientes.
Donación de órganos: una segunda vida para muchos
En palabras de María Luisa, “es un trabajo bonito, porque ofrecemos una opción que para muchas familias supone un consuelo: saber que el testigo de su ser querido puede salvar a otra persona. La donación de órganos no es solo una decisión médica, sino un acto profundamente humano que habla del compromiso de toda una sociedad con la vida”.