“Perros enfermeros” en cuidados paliativos: acompañamiento que ilumina

En el Hospital Marítimo de Torremolinos (Málaga), las perras Gisela y Nía acompañan cada semana a pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Paliativos. No llevan fonendoscopio ni recetan fármacos, pero su presencia transforma habitaciones silenciosas en espacios de ternura, conexión y humanidad. Lo hacen de la mano de Carmen Mandly, psicóloga sanitaria que coordina estas intervenciones terapéuticas a través del proyecto Perrunenando.

Esta historia se convierte en un ejemplo de que los Cuidados Paliativos van mucho más allá de aliviar el dolor. Muestra el valor de los animales en la salud, además del espíritu que debería guiar toda atención paliativa: calmar, acompañar y cuidar hasta el final con respeto, emaptía y sentido.

El poder de la compañía

Las intervenciones con perros han demostrado científicamente su impacto: reducen el estrés, el dolor, la ansiedad y mejoran la comunicación emocional. Gisela y Nía no solo despiertan sonrisas; en palabras del equipo sanitario, su visita es lo más esperado de la semana por muchos pacientes. Algunos, incluso, han reducido la necesidad de medicación tras compartir unos minutos con ellas.

Cada 26 de agosto celebramos el Día Mundial del Perro. Este año, desde el ámbito sanitario, tiene un significado especial. No solo son fieles compañeros: son cuidadores, asistentes emocionales y aliados silenciosos en los momentos más duros. Gisela y Nía, las “perras enfermeras”, son una muestra de cómo los cuidados paliativos pueden ser profundamente humanos, creativos y centrados en la dignidad de cada persona.

El verdadero enfoque de los Cuidados Paliativos

En nuestro Máster en Cuidados Paliativos, formamos profesionales que entienden que cuidar en el final de la vida va mucho más allá de administrar fármacos. Requiere habilidades clínicas, sí, pero también escucha, empatía, y sensibilidad. Casos como el de Gisela y Nía nos recuerdan que la verdadera excelencia en cuidados paliativos nace de combinar ciencia y humanidad.

Incorporamos en la formación estos enfoques integrales —desde la comunicación con familias hasta la atención psicoemocional y los recursos innovadores como las terapias asistidas con animales— para preparar a enfermeros y sanitarios que no solo acompañan… sino que dignifican.

Hoy, en el Día Mundial del Perro, rendimos homenaje a quienes cuidan sin palabras, como Gisela y Nía, y a todos los profesionales que hacen de los cuidados paliativos una labor profundamente humana. Si tú también quieres formar parte de esta especialidad tan vocacional e importante, comienza el Máster en Cuidados Paliativos.

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