Control ecográfico durante el primer trimestre:

Despistaje de cromopatías

El control ecográfico durante el primer trimestre del embarazo es esencial para garantizar la salud y el bienestar del bebé y de la madre. A continuación, te explicamos por qué.

1. Datar la gestación

Para asegurar un seguimiento adecuado del embarazo, es vital conocer la fecha exacta de gestación. El parámetro de medición más preciso es el CRL (longitud cefalo-nalgas), que se mide en un corte medio sagital, desde el cráneo hasta la región caudal del embrión. Esta medida es especialmente precisa entre las semanas 8 y 13+6.

2. Marcadores ecográficos de aneuploidía

Los marcadores ecográficos, como la translucencia nucal y el hueso nasal, ayudan a determinar el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto. Es fundamental para anticipar posibles complicaciones y planificar adecuadamente el seguimiento.

3. Estudio morfológico de aneuploidías

Aunque la ecografía del segundo trimestre sigue siendo el estándar, la evolución tecnológica ha permitido avanzar en el estudio morfológico ya en el primer trimestre. A través de esta, se puede revisar desde la cabeza, cara, cuello, tórax, corazón, columna vertebral, contenido abdominal, pared abdominal, extremidades y determinación del sexo fetal.

4. Estudio de los anejos ovulares

Esto incluye la valoración de la placenta, el cordón umbilical y el líquido amniótico. Es crucial para garantizar la salud del bebé y asegurarse de que todo está funcionando como debería.

5. Valoración de útero y anejos

Finalmente, la evaluación del útero y los anejos es esencial para descartar posibles complicaciones que puedan surgir durante el embarazo, como miomas o masas anexiales.

El control ecográfico en el primer trimestre es un pilar fundamental en el seguimiento de cualquier embarazo. Gracias a él, es posible anticipar y prevenir potenciales problemas, garantizando así la salud y bienestar tanto de la madre como del bebé.


Sigue formándote con el Curso CFC de Atención Integral a la Embrazada de Bajo riesgo.