ESTUDIOS ANALÍTICOS DURANTE EL EMBARAZO


El embarazo es uno de los momentos más fascinantes y trascendentales en la vida de una mujer. Cada etapa del desarrollo fetal es crucial y, por ello, la necesidad de mantener un seguimiento médico adecuado es esencial. Una parte crucial de este monitoreo es el seguimiento analítico.

¿Por qué realizar un seguimiento analítico en el embarazo?

Los controles analíticos durante el embarazo no son simplemente rutinarios. Su propósito principal es detectar alteraciones en los análisis de la madre, reduciendo o evitando posibles complicaciones. Estas complicaciones pueden afectar tanto a la madre como al feto, por lo que un buen seguimiento garantiza un embarazo más saludable.

El embarazo se divide en tres etapas clave: el primer trimestre (hasta la semana 12), el segundo trimestre (semana 13 a la 26), y el tercer trimestre (semana 27 hasta el parto). Cada trimestre tiene sus especificidades, y en este artículo nos centraremos en el primer trimestre.

¿Por qué realizar un seguimiento analítico en el embarazo?


  1. Hemograma: Es fundamental identificar a pacientes anémicas, lo que se vincula a una hemoglobina < 11g/dl en cualquier etapa del embarazo. En su mayoría, esta anemia se debe a la deficiencia de hierro. Durante el embarazo, los niveles de ferritina indican la cantidad de hierro, siendo esencial su determinación debido a las crecientes necesidades de hierro de la madre.
  2. Grupo-Rh y Coombs indirecto: Conocer el grupo sanguíneo ABO y Rh de la madre es esencial. La incompatibilidad Rh puede surgir en el 10% de todos los embarazos, y sin una profilaxis adecuada, puede llevar a la isoinmunización en diversas etapas.
  3. Bioquímica general: Aquí se determinan niveles de glucosa, urea, creatinina, iones, enzimas hepáticas, y niveles de ferritina. Además, la determinación de TSH es crucial para diagnosticar enfermedades tiroideas, especialmente en mujeres con factores de riesgo específicos.
  4. Serología: El cribado de infecciones de transmisión perinatal, como toxoplasmosis, rubeola, lúes (RPR), HBsAg (Hepatitis B) y VIH, es esencial. Es crucial para la salud tanto de la madre como del feto que estas infecciones se detecten y manejen adecuadamente.
  5. Enfermedad de Chagas: Las mujeres que provienen de áreas endémicas deben ser examinadas para la enfermedad de Chagas.
  6. Análisis de orina: Ayuda a detectar bacteriurias asintomáticas, que son más comunes en el primer trimestre.
  7. Screening de cromosomopatías: Es crucial para detectar condiciones como el Síndrome de Down, Edwards y Patau.
  8. Test de O’Sullivan: Se realiza en mujeres con ciertos factores de riesgo para identificar posibles problemas relacionados con el azúcar en la sangre.


El primer trimestre es una etapa vital en el desarrollo fetal. Es en este momento cuando la madre se somete a una variedad de pruebas para garantizar tanto su salud como la de su bebé. Los estudios analíticos no son simplemente procedimientos rutinarios; son herramientas que pueden marcar la diferencia en la salud y el bienestar a lo largo del embarazo.


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